Cómo podar un rosal sin dañarlo y en qué mes hacerlo

Averiguar cómo podar un rosal puede resultarnos todo un reto cuando no conocemos la técnica más adecuada y efectiva para hacerlo. Al fin y al cabo, las rosas son flores frágiles con tallos rodeados de espinas imponentes, un detalle que puede intimidarnos antes de ponernos los guantes y elegir nuestras tijeras de podar preferidas.

Aquí te enseñamos todos los tipos de rosas silvestres, antiguas y modernas más populares para el jardín.

Con el manual que te hemos preparado, no solo conseguirás podar tu rosal a la perfección. También harás que broten más rosas y que estas se vean sanas para durar el doble de tiempo que antes de podar la planta.

Cuándo se poda un rosal

Por regla general, los rosales se deben podar al menos una vez al año. Concretamente, debemos podar un rosal entre finales de invierno y principios de primavera, que es cuando dejamos atrás las heladas y las rosas empiezan a florecer. Lo importante es asegurarnos de que el clima es estable y que ya no va a volver el frío extremo.

cómo podar un rosal

Una vez hacemos esta poda principal, podemos animarnos a hacer una segunda poda en verano. En esta poda veraniega solamente pinzaremos las flores marchitas para que las rosas que florezcan en otoño estén sanas, sean mayores en número y estimulemos su tiempo de actividad de cara al peligroso frío del próximo invierno.

En otoño también podemos cortar los tallos que veamos más largos para protegerlos de las inclemencias del clima, como el viento o las tormentas, que pueden arrancarlos violentamente. Además, aprovecharemos para quitar las ramas enfermas y las que estén enredadas. En esta etapa, es crucial que la poda del rosal sea mínima.

La rosa forma parte de las plantas que dan flor en los meses de otoño.

La razón de que la poda de un rosal en otoño tenga que ser mínima se debe a que, una vez las temperaturas vuelvan a bajar mucho, el daño del frío extremo puede repercutir en los tallos que están recién cortados y quizá les cueste crecer bien. Es por eso que la poda más importante se realiza al terminar el invierno.

Cómo podar un rosal en 8 pasos

Según los tipos de rosales que tengamos en el jardín, deberemos podar más o menos cantidad de planta. Un jardinero profesional en casa puede encargarse de esta tarea. En el caso de los rosales modernos, como la borbonia, las podas no son exigentes ni requieren mucho trabajo.

Paso 1: Retirar las hojas y ramas secas

Lo primero que hay que hacer al podar un rosal es erradicar las hojas que veamos enfermas, deficientes o secas. Repetiremos este proceso con las ramas y la madera. Si la madera es de color marrón, esto es indicativo de que está seca. La cortaremos hasta la base. También quitaremos las ramas que sean finas como un lápiz.

Paso 2: Despejar las ramas enredadas

Quitar las ramas del rosal que se han enredado o se están arañando es crucial para evitar enfermedades y daños irreversibles. Tenemos que abrir el centro de la planta y empezar a cortar esas ramas problemáticas. El objetivo final es conseguir que nuestro rosal tenga forma de jarrón, con las ramas apuntando hacia arriba.

Paso 3: Quitar los tallos sin flores

Los tallos que no producen flores los llamamos chupones. Debemos quitarlos porque estos tallos van a competir por los nutrientes y terminan debilitando el rosal completo, algo que no queremos que pase. Para reconocer los chupones, buscaremos los tallos que tienen más espinas que los demás y tienen hojas más pequeñas.

Paso 4: Cortar las ramas desarrolladas

Procederemos a hacer un vaciado del rosal cortando las ramas que vemos muy desarrolladas a partir de un centímetro por encima de la cuarta o quinta yema. Dejaremos una o dos yemas a las ramas débiles.

Aquí te dejamos tijeras de poda profesionales que cortan las ramas sin poner en peligro la madera.

Paso 5: Conservar las ramas jóvenes

Las ramas que veamos jóvenes y sanas van a ser las que produzcan más rosas, así que es aconsejable dejarlas intactas y esperar a la próxima temporada de floración.

Paso 6: Cortar las ramas desorientadas

Idealmente, todos los tallos deberían desarrollarse apuntando hacia afuera y no hacia adentro. Así se evitan los enredos y roces. Debemos eliminar todas las ramas que veamos que están creciendo mirando a otra dirección del resto de las ramas. El objetivo con esto es que el rosal tenga la forma de jarrón de la que hemos hablado.

Paso 7: Aplicar pasta cicatrizante

Una vez hemos cortado todas las ramas del rosal, es aconsejable que apliquemos un poco de pasta cicatrizante donde veamos heridas de tres centímetros de diámetro. Así sellaremos las heridas para que no entre humedad ni hongos que, con el tiempo, terminen provocando enfermedades en nuestro rosal.

Paso 8: Limpiar el suelo del rosal

Ahora que sabemos cómo podar el rosal, no podemos olvidarnos de un detalle importante: limpiar la zona circundante del rosal. Para ello, vamos a retirar todas las hojas y las ramas cortadas que se han quedado en el suelo, ya que podrían contener una plaga o enfermedad de las que se puede contagiar el rosal.

cómo podar las rosas

Cuánta cantidad del rosal hay que podar

La cantidad de ramas y hojas que quitemos del rosal depende de la situación en la que se encuentre la planta:

  • Si el rosal está sano, florece bien y no hay enredos de ramas, basta con que hagamos una poda pequeña donde retiremos selectivamente un tercio de la planta. Pensemos en hojas secas y alguna rama deforme. Haz la misma poda para plantas de interior como el rosal.
  • Si queremos que las ramas del rosal mejoren y no se enreden, haremos una poda moderada y cortaremos los tallos seleccionados para dejarlos a una altura de entre cuarenta y sesenta centímetros. Así estimularemos el crecimiento del rosal y haremos que broten más rosas en la próxima temporada de floración.
  • Si tenemos un rosal de avanzada edad y no se muestra sana, a veces es recomendable realizar una poda grande que deje las ramas de las rosas a una altura de entre quince y venticinco centímetros. También se lleva a cabo este proceso en los rosales de tallo extendido, como es el caso de las modernas rosas híbridas de té.

Las rosas recién plantadas en maceta o en el suelo no suelen requerir poda porque queremos que el rosal se concentre en desarrollar raíces fuertes bajo la tierra en lugar de intentar generar ramas y hojas nuevas. Solo es necesario saber cómo podar un rosal cuando la planta ya ha superado su primer año de vida.

¿Tienes problemas con el césped de tu jardín? Aquí tienes las 7 soluciones al césped amarillo.

Por qué hay que podar las rosas

Saber cómo podar un rosal es crucial para asegurar la salud de la planta. Si no la podamos, veremos que en cada temporada de floración salen menos rosas y que incluso el rosal enferma y termina marchitando.

Como está claro que nadie quiere ver a su rosal enferma o infestada por una plaga, la poda ha de realizarse al menos una vez al año. Es esencial saber que es difícil matar un rosal por una poda mal hecha. ¡Peor es no podar la planta y ver que brotan rosas enfermas y salen tallos deformados por el efecto de los hongos!

En este artículo te decimos cómo preservar un ramo de rosas que te han regalado durante años.

Los comentarios están cerrados.