Las plantas de hojas verdes son sinónimo de plantas sanas y nutridas. Este verdor es el pigmento vegetal que los botánicos llaman clorofila, un componente indispensable para hacer la fotosíntesis. Pero ¿qué pasa si empezamos a atisbar algunas hojas amarillas en plantas? ¿Cómo podemos sanar las plantas con hojas amarillentas?

¿Por qué se ponen amarillas las hojas de las plantas?
Hay varias causas por las que las plantas pueden estar mostrando hojas amarillas. Tanto si las plantas son de interior como de exterior, aquí enumeramos los motivos más comunes por los que ocurre este fenómeno:
Problemas de riego
La falta de riego o el riego excesivo suelen ser la razón de que las hojas de las plantas se pongan amarillas. Por ejemplo, si la tierra está siempre demasiado húmeda, las raíces no absorben bien el oxígeno ni pueden suministrar a la planta todos los nutrientes que esta necesita. Lo mismo ocurre si apenas regamos la planta.
Escasez de nutrientes
Si sabemos que regamos correctamente nuestra planta y las hojas siguen amarillas, quizá el problema provenga de una grave desnutrición. De hecho, la falta de nitrógeno suele ser la razón por la que vemos hojas amarillas en plantas. Primero se vuelven amarillas las hojas viejas y luego se vuelven amarillas las hojas jóvenes.

En cambio, la falta de potasio es evidente cuando las plantas con hojas amarillentas solamente tienen los bordes afectados y el centro de las hojas se mantiene verde. Si hay escasez de hierro, notaremos que las hojas de las plantas van volviéndose amarillas entre los nervios. Primero se ven afectadas las hojas más jóvenes.
Tierra con pH incorrecto
Las plantas que cultivamos en maceta y fertilizamos regularmente no van a tener problemas con el pH. Pero si las plantas con hojas amarillas están en el jardín, sí que podemos estar ante un problema de pH del suelo. Cuando el pH del suelo es más alto o bajo de lo que necesita una planta, la planta no puede absorber los nutrientes.
No todas las plantas necesitan el mismo tipo de suelo para prosperar. Por ejemplo, el césped crece mejor cuando el pH del suelo es ligeramente ácido (entre 6,0 y 7,0). Sin embargo, si cuidamos la campánula en el jardín o el manzano, entonces necesitamos que el pH del suelo sea alcalino (4,5 y 5,5) para que absorban los nutrientes.

Hay que tener en cuenta que la planta que estamos cultivando con un pH de suelo incorrecto no podrá absorber apenas nutrientes, no importa si la fertilizamos habitualmente. Por lo tanto, las plantas con hojas amarillentas permanecerán enfermas hasta que consigamos reequilibrar los niveles de nutrientes en el suelo.
Raíces en mal estado
Cuando las raíces de una planta han sufrido daños, veremos que las hojas se van volviendo amarillas. Algunos daños de raíces pueden ser la falta de espacio dentro de una maceta, donde las raíces se mantienen compactas porque no pueden extenderse y seguir creciendo. Otro daño es la pudrición por enfermedades o por exceso de agua.
Remedios caseros para las hojas amarillas en plantas
Ahora que ya sabemos cuáles son las causas más comunes por las que vemos las hojas amarillas en plantas, veamos qué hay que hacer para poner solución a estos problemas y devolver el verdor natural al follaje:
Solucionar los problemas de riego
Si sabemos que las plantas con hojas amarillentas no están bien regadas, cambiaremos el suelo de la maceta por una tierra porosa que tenga un buen drenaje. Vamos a colocar un tipo de abono orgánico adecuado para cada planta. También debemos asegurarnos de que la maceta dispone de agujeros donde puede salir el exceso de agua.
Cada vez que reguemos nuestras plantas, practicaremos el truco del dedo. Este truco consiste en introducir un dedo varios centímetros en la profundidad del suelo. Si el suelo profundo está seco, regaremos las plantas. Si el suelo está húmedo, no regaremos. Podemos leer esta guía para saber en qué momento regar las plantas de casa.
Mejorar los niveles de pH del suelo
En los casos en que hemos comprobado con ayuda de un medidor que el pH del suelo está por encima o por debajo de las plantas con hojas amarillas, es urgente equilibrar los niveles de pH. Si el suelo es demasiado ácido, usaremos sulfato de aluminio y azufre para neutralizar el pH. Aquí te enseñamos cómo hacer un suelo más ácido.

Revisar el estado de las raíces
Cuando sospechamos que las raíces de nuestras plantas no están en buen estado, necesitamos comprobarlo visualmente. Para ello, vamos a sacar la planta con hojas amarillas fuera de su maceta, teniendo mucho cuidado. Si las raíces están oscuras y huelen mal, significa que están podridas y la planta está técnicamente muerta.
Pero si el problema es que las raíces de las plantas con hojas amarillentas están muy juntas dentro de la maceta, tendremos que podar aquellas raíces enfermas y aflojar suavemente el resto de raíces. Después, trasplantaremos las plantas que tienen las raíces compactas a otras macetas grandes. No olvidemos airear la tierra.
Fertilizar las plantas a menudo
Si sabemos que los riegos son correctos, el tamaño de la maceta es el idóneo, el pH de la tierra es correcto y las raíces se encuentran en buen estado, lo último que podemos hacer es fertilizar las plantas con hojas amarillas. Así podemos aportarles un extra de nutrientes que mejore la calidad del follaje y ayude a combatir las enfermedades.
Por ejemplo, es buena idea optar por colocar humus de lombriz en la tierra de plantas desnutridas.
Esto solo debe hacerse si creemos que las hojas amarillas de las plantas se deben a una falta grave de nutrientes. Elegiremos un fertilizante orgánico de primera calidad y que sea lo más completo posible. En poco tiempo veremos que las hojas amarillas van recuperando su verdor y que las plantas gozan de una mayor salud.