Cómo cuidar el hibiscus en maceta: Riego y poda

Las flores abiertas y coloridas del hibiscus alegran nuestros meses de calor. Tanto es así que en zonas tropicales, como Hawái o Haití, esta planta se ha convertido en flor nacional. Y si a ti también te encantan sus flores, ahora saber cómo cuidar el hibiscus en maceta es más fácil que nunca con nuestros sencillos consejos.

¿Has visto ya los tipos de hibiscus más sorprendentes del mundo?

cómo cuidar el hibiscus en maceta

Origen del hibiscus

Hoy en día, no está registrado el verdadero origen del hibiscus porque las especies más tempranas se expandieron por el mundo en poco tiempo. Esto también sucede en la planta Nomeolvides y sus cuidados.

De hecho, dos tipos de hibisco que se caracterizan por sus flores blancas se expandieron por Hawái, y otras muchas variedades crecieron espontáneamente en África, Asia y la India.

Por lo tanto, el hibiscus ha sido nómada desde que apareció en el planeta por primera vez y no pertenece a un único continente. En la actualidad, China y Tailandia no solo son los mayores productores de esta planta, también son los países líderes en la exportación del hibiscus por todo el mundo.

Interior o exterior, ¿qué es mejor?

Cuando se trata de descubrir cómo cuidar el hibiscus en maceta, la verdad es que es posible cultivar esta planta tanto en interiores como en exteriores. La única responsabilidad que tenemos que tomar con esta flor es aportar las condiciones que necesita para sobrevivir: calor, luminosidad, riegos adecuados y humedad.

Entre el cuidado del hibiscus en interiores, por ejemplo, es importante colocar la maceta junto a una ventana donde entre mucho sol (sin que la planta llegue a tocar el vidrio, para no quemar las hojas). Pero, sobre todo si en la zona en la que vivimos hay riesgo de heladas, es importante que el hibiscus esté en casa.

Cuidados del hibiscus en maceta

Para saber cómo cuidar el hibiscus en maceta, hay que aportar mucha luz y asegurarnos de que la temperatura no baja de los 10ºC (50ºF). Presta atención a nuestra guía de cuidados para ver tu planta sana y robusta.

Luz

El hibiscus es una flor que disfruta muchísimo del sol y, por eso, es una de las plantas que soportan el sol directo sin ningún problema. Ahora bien, cuando hablamos del hibiscus, ¿es mejor el sol o la sombra? La respuesta es que el hibiscus crece mucho mejor con sol. En sombra, esta planta tendrá dificultades para crecer y florecer.

Únicamente colocaremos el hibiscus en maceta en la sombra si vivimos en una zona muy calurosa.

Riego

La cantidad de agua que tengamos que proporcionar a nuestros hibiscus será diferente dependiendo de si tenemos el hibiscus en maceta o en suelo. El hibiscus en maceta necesita regarse ligeramente todos los días, pero el hibiscus que estemos cultivando en el suelo solo necesita riegos cuando la tierra se seca compltamente.

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Humedad

Para lograr que los cuidados del hibisco sean óptimos tenemos que aportar la humedad que necesita, ya que esta flor es familia de las plantas tropicales de jardín. Si los niveles de humedad están por debajo del 50% el hibiscus en maceta estará débil, tendrá problemas para transpirar y la fotosíntesis se verá afectada.

En conclusión, la humedad del hibiscus en maceta debe estar constantemente por encima del 50%. Para ello, en lugares secos podemos refrescar las hojas de la planta con un pulverizador con agua una vez a la semana.

Temperatura

Las temperaturas cálidas son las favoritas de los hibiscus, particularmente las que se encuentran entre los 15 y los 29ºC (60-85ºF). Cuando hace calor y las temperaturas llegan a los 32ºC (90ºF), la flor puede dañarse.

Por eso, es importante que las temperaturas no se sobrepasen ni estén por debajo de los 10ºC (50ºF), ya que el hibiscus no podrá florecer ni crecer bien. Además, las heladas ponen en peligro la vida del hibiscus. Si el frío fuera intenso, es apropiado proteger el hibiscus en maceta trasladándolo al hogar en otoño e invierno.

Suelo

El hibiscus en maceta crece con mayor facilidad cuando dispone de tierra con buen drenaje que se mantiene húmeda durante mucho tiempo. En primavera añadiremos un abono universal de liberación lenta.

También podemos agregar estiércol o café molido en el suelo, el tronco y la parte superior de la planta durante dos días para estimular el crecimiento y la floración del hibiscus en maceta. Los posos de café contienen nitrógeno y potasio, que son compuestos químicos fundamentales para la fertilización del hibiscus.

Ubicación

Para asegurar que nuestros hibiscus en maceta están sanos y florecientes es mejor colocarlos a pleno sol y en un lugar que sea muy cálido, donde las fuertes corrientes de aire no alcancen la planta.

Poda

Uno de los puntos claves a la hora de aprender cómo cuidar el hibiscus en maceta es la poda. Una buena poda determinará si la planta florece al máximo o no; por eso, eliminaremos todas las flores que estén secas y reduciremos las ramas que se vean enfermas, dañadas o marchitas para fortalecer la salud del hibiscus.

También cortaremos aquellas ramas que hayan crecido demasiado, pero si lo que queremos es estilizar el hibiscus en maceta, podemos optar por quitar entre treinta y sesenta centímetros de la parte superior. Así la planta estará rejuvenecida y los brotes cortos se desarrollarán, formando un follaje más espeso y redondo.

La flor del hibiscus

cuidados del hibiscus

Las flores del hibiscus se caracterizan por sus cinco pétalos (como mínimo) en forma de trompeta, y por contar con una gama de colores amplia que va del rojo al morado. Como los pétalos se abren completamente, la flor del hibiscus es muy fácil de polinizar y las abejas se sienten muy atraídas por su néctar.

Al igual que ocurre cuando hacemos florecer una magnolia, el hibiscus muestra sus flores en verano.

¿Tiene olor?

Al contrario que ocurre con la mayoría de las flores del jazmín, el hibiscus no suele presentar ningún olor distintivo. Por lo tanto, no es posible emplear sus flores para crear perfumes ni aceites aromáticos.

¿Es tóxica?

La flor del hibiscus no es tóxica para los seres humanos ni para los animales. De hecho, la planta es comestible en cantidades moderadas. No obstante, si nos sobrepasamos con la dosis, sí que podemos experimentar náuseas, diarrea y vómitos en algunos casos, debido a la asparagina, un aminoácido presente en el hibiscus.

Si tienes una mascota en casa, seguramente necesites conocer las plantas que son tóxicas para tu gato.

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