Cuando llega la primavera, sus flores en forma de estrella enamoran a quienes se dejan envolver por el aroma dulce en el jardín. Con solo prestar atención a algunos cuidados de la azucena, podremos disfrutar de una planta herbácea colorida y elegante, caracterizada por tener un tallo erguido y alto.

Origen de la azucena
La azucena es una de las flores más antiguas que quedan registradas en la botánica, casi tan antigua como el mantenimiento del árbol del almendro en civilizaciones pretéritas: su cultivo era popular durante el segundo milenio a.C. en Asia Menor y se aprovechaba para fines ornamentales y medicinales.
Aunque el origen de la azucena es asiático, más tarde la planta se propagó por Europa y América del Norte. En la Edad Media, el arte cristiano eligió las bellas cualidades de la azucena para representar la pureza de los ángeles y la Virgen María. De ahí que sea parte fundamental del significado del lirio blanco.
En la época victoriana, algunos botánicos y aventureros famosos como el inglés E.H. Wilson se interesaron tanto por la azucena que hallaron más de 100 especies en tierras exóticas y muchas variedades híbridas. En el siglo 20, el holandés Jan de Graaff fue responsable de la mayoría de azucenas híbridas.
Características de la azucena
Reconocemos la azucena por ser una planta perenne erecta, compuesta por tallos frondosos sin ramificar y bulbos escamosos, con hojas estrechas y flores individuales o agrupadas. Cubren una amplia gama de colores, pero el índigo no lo vemos en las flores de la azucena, de ahí el confuso significado del lirio azul.

Sin embargo, quizá lo que más nos fascina de la azucena es que consta de seis pétalos dispuestos en forma de trompeta o copa abierta. Su perfume tiene notas marinas, reflejadas en muchas fragancias clásicas. En la mayoría de los casos la planta suele florecer entre finales de primavera y principios de otoño.
A veces la azucena se cultiva a partir de semillas, pero una de las características de la azucena más importantes es que suele ser una planta bulbosa, al igual que ocurre con los cuidados de los tulipanes. Normalmente esta planta alcanza los 120 centímetros, con excepciones que han superado los 2 metros de altura.
Cuidados de la azucena
Sigue estos consejos para conseguir que los cuidados de la azucena mantengan a la planta sana:
Luz
Las azucenas necesitan el sol directo y al menos 6 horas al día es suficiente. El resto del tiempo, pueden vivir en un entorno de semisombra. No obstante, si vivimos en una región donde las temperaturas son muy altas y el sol es intenso, es aconsejable evitar la luz directa y optar por la semisombra todo el día.
Riego
La mejor forma de asegurarnos de que las azucenas están hidratadas sin encharcarlas es comprobar la humedad de la tierra desde los primeros centímetros superficiales. A las azucenas no les gusta el exceso de la humedad en un suelo que no drena bien porque pueden pudrirse las raíces y el bulbo.
Por eso, la norma general es regar las azucenas una vez cada tres días, siempre y cuando la tierra esté seca al tocarla. Si vemos que las hojas se ponen marrones y que toda la planta parece decaída, es muy probable que las azucenas estén encharcadas y debemos evitar llegar a este punto con el riego.
Sustrato
Entre los cuidados de la azucena fundamentales se encuentra la elección de cualquier tipo de suelo orgánico y bien drenado, con un pH que esté entre 5,5 y 6,5 idealmente. El asunto del drenaje es crítico si queremos que nuestras azucenas se desarrollen bien a partir de los bulbos y florezcan de forma sana.
Temperatura
Las azucenas están más cómodas cuando la temperatura ambiental no supera los 32ºC (90ºF), teniendo en cuenta que estas flores necesitan pasar por una bajada de temperaturas de 18ºC (65ºF) para hibernar durante al menos ocho semanas. Además, las azucenas son plantas que soportan bien las heladas.
Ubicación
En nuestro jardín, lo ideal es encontrar un rincón bien iluminado que esté protegido del viento. Esto es porque, aunque la azucena tiene tallos erectos y es una de las plantas más resistentes para exteriores, pueden alcanzar los 90 centímetros y la altura sería un problema para soportar las ventiscas fuertes.
Podemos cultivar azucenas en bordes de senderos, enjardines urbanos, en patios y en casas de campo. También podemos decorar cualquier espacio del paisaje creando macizos de flores con azucenas.
Abono
Cuando llegan los últimos días de la primavera y la azucena está en época de floración es aconsejable colocar humus de lombriz en el suelo de la planta para favorecer el desarrollo de las flores hasta bien entrado el verano. También podemos optar por abono líquido que sea especial para plantas bulbosas.
Poda
Para perfeccionar los cuidados de la azucena es recomendable podar la planta en otoño o a principios de primavera, quitando solamente las hojas que estén marrones y flácidas. Si eliminamos el follaje en mal estado evitamos que el bulbo pierda demasiados nutrientes intentando mantener estas hojas vivas.

De esta forma conseguimos que el bulbo almacene mucha energía para soportar el invierno. Es muy importante retirar solo las hojas que estén marrones justo después de terminar el ciclo de floración de la azucena, cuando todas las flores hayan marchitado. Lo que buscamos con esto es nutrir el bulbo de la planta.
¿Cuándo florece la azucena?
Si sabemos cómo guardar los bulbos y replantarlos al año siguiente, podremos disfrutar de los cuidados de la azucena mientras respetamos la hibernación invernal. El ciclo de floración se reinicia entre finales de primavera y principios de otoño todos los años. Las flores brotan durante dos o tres semanas al año.
Olor de la azucena
Una de las razones por las que perfeccionar los cuidados de la azucena radica en el perfume de sus flores, con matices sutiles, suaves y delicadas, cerosas, marinas y ligeramente especiadas. Al anochecer, las flores de la azucena desprenden unas notas terrosas y melosas, con toques cítricos muy femeninos.
¿La azucena es venenosa?
La azucena es una de las plantas que pueden envenenar a los gatos de forma exclusiva. El polen, el tallo, las hojas y las flores producen indigestiones en nuestra mascota. Algunos síntomas de intoxicación por azucena son vómitos y dificultad para caminar, llegando a causar una insuficiencia renal en unos tres días.
Por eso, se recomienda no cultivar azucenas si estamos cuidando responsablemente de un gato, ya que pondríamos su vida en verdadero riesgo. Eso sí, cabe señalar que la planta solo es mortalmente tóxica para los gatos. No es una amenaza para ningún otro ser vivo, ni personas ni perros.