Quizá nos sorprenda que el jazmín sea un arbusto capaz de crecer muy bien en macetas. Lo cierto es que no se necesitan grandes espacios en casa para disfrutar del aroma de sus flores. Siempre y cuando conozcamos los cuidados del jazmín en maceta a la perfección, tendremos un tesoro delicado en nuestras manos.

¿El jazmín en maceta es de interior o exterior?
El jazmín puede cultivarse en interior y exterior. No obstante, los tipos de jazmín que son más pequeños se desarrollan mejor en casa que las enredaderas. Si nos interesan los cuidados del jazmín en maceta para interiores, tendremos que preocuparnos de podar la planta para mantener el tamaño y la forma deseados.
Siempre es conveniente utilizar la técnica de pinzado para que el jazmín en maceta esté cómoda dentro de casa. Prestando atención al nivel de humedad en la tierra, al grado de iluminación y aportando corrientes de aire secas y cálidas, el jazmín de interior crecerá con una salud excelente durante muchos años.
Las variedades de jazmín con flores blancas que mejor prosperan en el hogar son el Jasminum sambac y el Jasminum nitidum. Estas variedades son plantas que tapan el mal olor de casa.
Pero si nos gustan más las flores amarillentas del jazmín, entonces podemos optar por el Jasminum mesnyi y el Jasminum nudiflorum. Para exteriores, el Jasminum polyanthum crece muy bien.
¿Dónde ubicar el jazmín en maceta?
Es recomendable colocar el jazmín en maceta cerca de una pared o una cerca del balcón, terraza o jardín. Así nos aseguramos de que el jazmín recibe una buena cantidad de sol filtrado y al menos tres horas de sombra todos los días. También conseguiremos mantener la tierra húmeda y drenada durante más tiempo.
Si necesitas un poco de inspiración, aquí puedes ver las decoraciones de jardines más populares con las que puedes experimentar para darle a tu rincón exterior un toque elegante con las flores de jazmín.
¿Qué maceta necesita el jazmín?
El jazmín no es exigente con la maceta que utilicemos, siempre y cuando el tamaño sea grande (45 cm de profundidad y 45 cm de ancho). También debe tener orificios en la base para crear un buen drenaje, así las raíces del jazmín se desarrollarán sin riesgos de que se asfixien con un exceso de agua acumulada.
La maceta del jazmín puede ser de plástico. No es necesario que esté hecho de arcilla.
Cuidados del jazmín en maceta
Los cuidados del jazmín en maceta no son difíciles, pero tienen algunos desafíos que necesitamos dominar para mantener este arbusto con las condiciones perfectas, ya sea en balcones, terrazas o jardines. A cambio, podremos disfrutar de un aroma dulzón muy similar a muchos tipos de claveles para jardines.
Luz
El jazmín necesita luz abundante a lo largo del día. Esta luz tiene que ser filtrada y estar acompañada de al menos tres horas de sombra diarias. El sol no debe caer directamente sobre la planta. En horas de luz intensa, tendremos que proteger el jazmín trasladando la maceta cerca de una pared o cerca.
Riego
Para asegurar que los cuidados del jazmín en maceta son óptimos, la planta tiene que estar hidratada siempre. Solo tenemos que regar cada vez que veamos que la tierra está seca. Hazlo de esta forma: introduce un dedo en la tierra y averigua si los primeros 5 cm de profundidad están secos. Si es así, riega suavemente.
Temperatura
La temperatura ideal para que el jazmín en maceta esté cómodo se encuentra entre los 18ºC y los 24ºC. Es mejor que no haya corrientes de aire frías o bruscas; de hecho, cualquier condición climatológica violenta (nieve, lluvias torrenciales, ventiscas) puede dañar la flor. En invierno, el frío solo puede ser moderado.
Si en una región hay riesgo de heladas, tenemos la alternativa de trasladar la maceta al interior o también podemos proteger la planta del frío con unos trucos fáciles para que siga estando en el exterior.
Suelo
Una forma de hacer que los cuidados del jazmín en maceta prosperen es elegir el suelo perfecto. Este arbusto prefiere un suelo arcilloso que sea moderadamente fértil, húmedo y bien drenado. Con otros suelos también puede crecer bien, pero la calidad del follaje y su floración mejoran con suelos ácidos.

Si cuidamos del jazmín estrella en maceta, podemos mezclar cualquier tipo de suelo orgánico con un poco de compost. Es importante intentar que el pH esté entre 5.5 y 6.5. Evitaremos la alcalinidad para que las raíces se desarrollen con fuerza y no se atrofie el crecimiento de los tallos y las hojas.
Humedad
Entre los cuidados del jazmín en maceta más importantes está mantener el nivel de humedad del jazmín alto. Por eso, en épocas de sequía podemos colocar un plato lleno de agua y guijarros debajo de la maceta. Otro truco que funciona bien es pulverizar el jazmín con un poco de agua, con cuidado de no mojar las flores.
Fertilizante
Una clave fundamental para aprender cómo cuidar el jazmín en maceta es recordar la importancia de usar un buen fertilizante que sea rico en potasio y fósforo. Podemos usar algunos abonos orgánicos, como harina de hueso, compost o fertilizante de plátano. La cáscara de plátano es perfecta para el jazmín.
Poda
Para mantener el jazmín en maceta sano y frondoso, es aconsejable quitar las flores y hojas que veamos secas, enfermas o marchitas. Para eliminar los tallos endebles, podemos elegir unas tijeras de podas eficientes o quitarlos con los dedos. Nunca hay que podar más de un tercio del follaje del jazmín de una vez.
Cuando vayas a podar, corta la mitad de los tallos en los meses intermedios del verano. Así, estimularás mucho más el crecimiento del jazmín en maceta. Con el tiempo, tendrá el tamaño de un arbusto y se convertirá en una de las plantas eficaces para espantar avispas, entre otras muchas plagas domésticas populares.
¿Cómo plantar el jazmín en una maceta?
Plantar nuestro jazmín en una maceta es casi tan fácil como plantar un aguacate desde el hueso. Solamente tienes que seguir estos pasos:
Paso 1: Llena la maceta de tierra
Elige un suelo orgánico que sea rico en nutrientes y tenga un buen drenaje. Rellena la maceta hasta el borde y utiliza una mezcla de compost o una base de marga.
Paso 2: Comprueba el drenaje
Cuando tengas lista la mezcla de tierra y hayas llenado la maceta con ella, cava un hoyo de unos 30 cm de profundidad. Vierte agua dentro y comprueba si el drenaje es excelente.
Paso 3: Elige la ubicación
Ahora que ya sabes que el drenaje de tu maceta es óptimo, tu jazmín está listo para cultivarse. Busca el lugar en que vas a colocar el arbusto. Recuerda elegir siempre una zona cercana a una cerca o pared, donde el jazmín pueda recibir abundante luz filtrada todos los días y esté protegido de las inclemencias del clima.

Paso 4: Planta el jazmín
Llega el momento de plantar la semilla del jazmín en la maceta. Hazlo más o menos a media altura del recipiente y cúbrela con una fina capa de tierra para que esté protegida. Si vas a plantar un jazmín joven, colócalo de forma nivelada y asegúrate de que todas las raíces están cubiertas con un poco de tierra.
Esto permitirá a las raíces adaptarse mejor al entorno y crecer con suma rapidez.
Paso 5: Riega inmediatamente
Cuando hayas plantado tu jazmín, riega la planta. Hazlo de forma abundante, hasta que veas que el agua se sale de los orificios de la maceta. Ahora tienes que dejar que el jazmín se adapte al entorno durante unas semanas. No tendrás que hacer nada más que observar su progreso y mantener el suelo húmedo.
Si te encanta el jazmín, puedes combinarlo con unas bonitas nomeolvides en tu jardín y ver las dos plantas florecer en verano. Mira cómo se cuida la planta nomeolvides y la leyenda que oculta su flor.
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