Cuidados de la albahaca: Cómo sembrar y mantenerla fresca

¿Quién no adora la albahaca por su variedad de aromas y sabores? Los cuidados de la albahaca son tan fáciles que se ha ganado un hueco en el corazón de los jardineros principiantes. Hablamos de una hierba versátil, considerada anual, ¡cuyas hojas crecen a una velocidad de vértigo!

Solo tienes que recordar estos tres consejos para saber cómo cultivar la albahaca:

cuidados de la albahaca

Si consigues dominar los pocos cuidados que la albahaca exige, no solo lograrás cosechar la semilla de la hierba al cabo de tres o cuatro semanas, también dispondrás en tu casa de una planta tierna con sorprendentes capacidades de mejorar tu salud y tus platos de comida.

Origen de la albahaca

La albahaca es nativa del sur de Asia y de las islas del Pacífico del Sur, concretamente de la India, donde se encontraron registros antiguos que datan del año 807 a.C. En esta época, las personas de la India se maravillaban al comprobar lo beneficiosa que era la hierba a la hora de aromatizar alimentos.

No obstante, en la actualidad es muy común cultivar la albahaca en otras zonas de clima cálido, de ahí que el Mediterráneo se haya convertido en la gran protagonista de la cosecha de esta planta.

¿Y cuál es el origen de la palabra «albahaca»? De acuerdo al nombre científico de la albahaca, Ocimum basilicum, los botánicos griegos antiguos de mayor prestigio quisieron referirse a esta hierba como una «planta majestuosa o de la realeza», gracias a sus propiedades medicinales y culinarias.

¿Albahaca o menta?

No es nada fácil diferenciar la albahaca de la menta, ya que las dos son familia. ¡Incluso las propiedades de la menta son parecidas a las propiedades de la albahaca! Entonces, ¿cuáles son las diferencias?

Una de las diferencias más claras la encontramos en las hojas. Mientras que las dos hierbas tienen hojas tersas al tocarlas, las hojas de la menta tienen más pelo y textura que la albahaca.

También es posible que encuentres variedades de menta con hojas de colores variados: azul, verde grisáceo, amarillo claro y hasta púrpura. Las hojas de la albahaca, en cambio, suelen ser más bien curvadas y de un color verde intenso, con una pequeña mota en el extremo.

Y si te falta albahaca en la cocina, el mejor sustituto respecto al sabor, color y textura será el orégano, no la menta o la infusión de poleo menta. Ya ves que la menta y la albahaca no se parecen tanto, ¿verdad?

albahaca o menta

Usos de la albahaca

La albahaca se usa con fines medicinales o culinarios. Cuando la planta produce muchas hojas, puedes cosecharlas y preparar una infinidad de platos con ellas. ¿Qué te parece añadir hojas de albahaca en tu ensalada, en tu helado o en tu pizza? También puedes preparar aceite de albahaca con sus hojas.

Anímate a hacer tu propio té de albahaca para tratar problemas digestivos, o crea una crema con las hojas de la albahaca y aprovecha el poder de esta planta para desinflamar heridas.

La flor de la albahaca

Cuando termina el verano y la albahaca acaba su etapa de crecimiento, es posible que veamos unas pequeñas flores blancas o púrpuras brotar entre las hojas. En este momento el olor de la albahaca que conocemos va a disminuir para centrar su energía en producir flores. ¿Nos interesa esto?

La respuesta es que depende. Las flores de la albahaca también cuentan con una fragancia que atrae a las abejas para polinizarlas, pero lo normal es cosechar las hojas y usarlas para hacer pesto de albahaca o para aprovechar sus propiedades medicinales. En este caso, nos interesa pinzar las flores.

Eliminar las flores ayuda a que la albahaca vuelva a centrar sus energías en producir más hojas y en recuperar el olor de las mismas. Pero si no quieres eliminar las flores, debes saber que puedes usarlas para preparar un rico té ¡o para comerlas en un plato de ensalada o en un plato de pasta!

flor de la albahaca

Cuidados de la albahaca

Como ya sabes, la albahaca es una hierba aromática realmente fácil de cuidar. De hecho, es muy recomendada para amantes de las plantas que todavía están aprendiendo a cultivarlas. Veamos paso a paso todos los requisitos obligatorios para saber cómo cuidar la albahaca en maceta.

Luz

La luz es fundamental cuando se trata de aprenderse los cuidados de la albahaca. A esta hierba le encanta la luz en abundancia, especialmente la luz directa durante horas matinales. El tiempo de iluminación tendría que ser de seis a ocho horasdiarias para asegurar un buen desarrollo.

¡TOMA ESTE CONSEJO! Si en la zona donde vives la intensidad de los rayos solares es alta y hace mucho calor, retira la albahaca en maceta a una zona con sombra ligera en mediodía o por la tarde.

Es posible que en otoño y en invierno el crecimiento de la albahaca disminuya porque en estas épocas del año la luz se reduce drásticamente.

Riego

El riego de la albahaca debe tener lugar dos veces a la semana, teniendo en consideración que esta hierba aromática necesta mantenerse húmeda constantemente. Por eso, es fundamental que cada riego sea moderado y suave, evitando tanto mojar las tiernas hojas como encharcar las raíces.

Con riegos moderados lograremos que las raíces de la albahaca aumenten su longitud y que la tierra de la maceta se mantenga mojada siempre. Como añadido te contamos que, si las hojas de la albahaca están decaídas o curvadas hacia abajo, esta es su manera de decirte que necesita más agua.

Humedad

Si hay un aspecto de los cuidados de la albahaca del que tienes que estar pendiente, este sin duda es el nivel de humedad de la planta, que debe ser de alrededor del 60% en total. Además, cabe recordar que, mientras que es esencial que la tierra esté húmeda, nunca debe estar empapada de agua.

Por otro lado, hay que vigilar que el pH de la tierra de la albahaca esté entre 5,7 y 6,2.

Clima

La albahaca se cultiva mucho mejor en climas naturalmente cálidos, donde las temperaturas oscilan entre los 27 y 32ºC (80-90ºF). Como esta hierba aromática es tan sensible al frío, cuando las temperaturas alcanzan los 10ºC (50ºF) notaremos que nuestra albahaca en maceta se resiente.

Por eso, la albahaca no soporta las heladas, y se marchitará bajo estas condiciones. También es crucial alejar la planta de corrientes de aire dentro de casa.

Sustrato

Al contrario que la mayoría de hierbas, la albahaca en maceta necesita un sustrato que sea ácido, con muchos nutrientes y un buen sistema de aireación, el cual nos evitará muchos encharcamientos.

En Plantasconflores.com te invitamos a mezclar un poco de la tierra natural que tengas en casa con harina de sangre o harina de semilla de algodón. Pero lo más es aconsejable utilizar este sustrato para semilleros, con suficiente oxígeno y humedad para que la albahaca sea muy feliz.

Poda

Sí, las podas son parte de los cuidados de la albahaca más importantes. Lo mejor es hacerlo cada dos o tres semanas, ya que eliminar las hojas en mal estado o las ramas desordenadas a su debido tiempo hará que la planta se sanee y crezca con más fuerza y vigor de lo que lo haría normalmente.

¿Sabías que la albahaca es muy efectiva para alejar las moscas de casa? Mira esta lista de plantas que repelen las moscas y cómo usarlas en los meses calurosos para que tu casa esté libre de insectos.

Cómo plantar la albahaca

La albahaca puede plantarse tanto en tierra como en macetas. Si eliges plantar tu hierba en maceta, te recomendamos que el recipiente sea bastante grande y profundo, ya que la albahaca va a aprovechar el espacio extra que le des para prolongar sus raíces y extenderlas hasta el fondo.

A la hora de sembrar albahaca, puedes hacerlo entre febrero y junio, pero lo ideal es que aproveches la última helada de primavera para sembrar albahaca a las dos semanas. 

Cuando ya te hayas decidido a plantar albahaca, lo primero que harás es llenar la maceta de un sustrato especial para semilleros, es decir, que contenga suficiente oxígeno. Después humedecerás este sustrato. Cuando veas que el exceso de agua se ha drenado, planta las semillas de albahaca.

En el momento de plantar las semillas de albahaca, intenta que haya una separación de 30 a 45 centímetros (12-18 pulgadas) entre ellas. Así evitarás futuros problemas de espacio.

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Cómo conservar la albahaca

albahaca fresca

Una vez hayas perfeccionado los cuidados de la albahaca y recolectes tus hojas frescas, te interesa conservar la albahaca tan fresca como si fuera el primer día, especialmente si quieres utilizarlas junto a otras plantas que sirven para ahuyentar avispas. Hay una forma infalible de conseguirlo:

  • Coloca la albahaca en el frigorífico, dentro de un recipiente pequeño hasta que este se llene por completo y cubre el interior con papel de cocina.

Nos despedimos de la albahaca con un último consejo: ¡decora tu casa con esta hierba aromática! ¿O acaso no sabías que es una planta que atrae la buena energía en el hogar?


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